En el mes de febrero de este año aparecieron en Rafaela, y en otros puntos de la provincia, estos megacarteles propagandísticos , -del término propaganda, no confundir con publicidad, aunque el primero y tercero punto de la definición de la Real Academia Española se prestan uno a lo que sucedió y el otro al tipo de objetivo perseguido- en donde se difundía la construcción de 8 nuevos hospitales en la provincia. Entre ellos, uno de los cuatro hospitales nodales de alta complejidad (nombre no le faltaba)a ejecutarse en Rafaela. Esta semana, confirmando los pronósticos más realistas y lógicos, el ministro de Salud Miguel Angel Capiello confirmó que la obra no se hará. ¿Pensaron sinceramente en hacerlo o fue una mentira espectacular de la estrategia propagandística "maquetera" del gobierno? No marketinera, "maquetera", de maquetas que se exhiben aquí y allá como si ya fueran obras ejecutadas.
El estilo de los carteles (en la foto, para que no quede lugar a dudas) tendía al "efecto de dar a conocer algo con el fin de atraer adeptos o compradores" (Real Academia Española dixit). La idea transmitida era que las obras, ilustradas con esos realistas diseños digitales, podían darse por realizadas: era promesa del gobierno de Binner, como no la iban a dar por realizadas los santafesinos.
En aquél momento, la propaganda oficial fue recibida con más estupor que entusiasmo por los rafaelinos. ¿Dónde estaría el nuevo Hospital, en qué terrenos, cuánto costaría, qué cantidad de camas tendría, qué grado de complejidad podría atender, en qué plazos se lo podría utilizar?
Algunos -entre ellos el autor de este espacio- advirtieron que había que tomar esta promesa con pinzas. Los antecedentes en cuanto a servicios de alta complejidad en materia de salud no son buenos en la ciudad. El más reciente resultaba ser otra promesa incumplida, la de instalar un centro de radioterapia. La había hecho en plena retirada el ex gobernador Jorge Obeid, como una graciosa concesión a los rafaelinos, cuando ya descontaba que no sería un peronista el que tendría que pagarla. Con todo el dolor que significa decirle que no a los sufrimientos de enfermos de cáncer, en este caso el no cumplimiento de la palabra empeñada por Binner respecto a darle respuesta al famoso Centro de Radioterapia tiene alguna explicación desde el punto de vista de la relación costo/beneficio y hasta por ahí, siendo amplios en el criterio, podría decirse que es una decisión políticamente antipática, pero quizás necesaria desde la eficiencia de la administración de la salud pública.
Hola, te estamos llamando
Lo del Hospital de alta complejidad, en cambio, siempre tuvo un tufo indisimulable a verso. En primer lugar, porque nunca hubo un terreno disponible para construirlo. Mejor dicho, sí lo hubo. Hermes Binner en persona llamó a dos poderosos empresarios rafaelinos para pedirle que vendieran y/o donaran locaciones muy bien cotizadas sobre la ruta 34. Fue después de la aparición de los carteles prometedores.
Uno de los empresarios es integrante de un grupo que posee una importante fracción de tierra en los ex campos de Grossi, inmediatamente al sur del predio de la ex Concesionaria Grossi. Probablemente hoy por hoy sea el sector más caro de la ciudad en valuación inmobiliaria. Allí está prevista una importante urbanización, por lo que el empresario, con buen criterio, hizo una contraoferta: no venderían esos terrenos, pero a cambio le donarían a la provincia -sí, le regalarían al Estado santafesino- los terrenos ubicados en la intersección de Bv. Lehmann y calle D'Agostino. Son los campos ubicados frente a la escuela de APADIR. Una ubicación inmejorable: muy cerca de donde vive el grueso de la población rafaelina que se atiende en el Hospital, un área en pleno crecimiento urbanístico, con rápidos accesos desde cualquier punto de la ciudad y la región, ya que está a menos de mil metros de la ruta 34. Y encima, gratis. Binner agradeció, pero no. No aceptó. El gobierno necesita, sí o sí, que esté sobre la ruta, habría dicho el gobernador, considerando que el Hospital es del Nodo, no de Rafaela. ¿Y el Hospital actual no es del Nodo, también?
El propio gobernador insistió con otro terreno. Esta vez marcó el número de un empresario industrial, que no es de apellido Basso, con una importante locación sobr la ruta 34, en inmediaciones de calle Cerdán, el acceso para el tránsito pesado en la zona Norte. Sería una ubicación más razonable que la del Sur, pero...¿se acuerdan las resistencias que hubo cuando hace diez años se propuso construir la nueva Terminal de Omnibus en esa zona? En este caso, Binner fue más realista, porque ya habían pasado unos meses y los números del déficit del 2009 estaban más claros. Directamente pasó la gorra y le pidió al empresario que donara el terreno. En última instancia, dicen las versiones, mandó a tasarlo, como ya había hecho con los terrenos de la zona Sur.
La verdad no duele y no tiene remedio
Es decir: no hay terrenos, ni siquiera en vista. Si no hay terrenos, no hay planos. Si no hay planos, no se sabe cómo será. Si no se sabe cómo será, no se sabe cuánto costará, ni cuando se hará. Nunca se supo como sería, ni cuánto costaría, ni cómo se haría. Sí hay una maqueta y un anteproyecto. Eso sí se pagó. ¿Quién hizo los dibujos, el anteproyecto y la maqueta? El equipo del arquitecto Mario Corea, como sucedió con los otros 8 Hospitales anunciados, de los cuales hay algunos virtuales, como el de Rafaela. ¿Quién es la socia de Mario Corea en ese equipo? Aleluya! Silvana Codina, la actual pareja del gobernador Binner. También se pagaron religiosamente (¿cuánto costaron, no hubiera sido bueno poner esos pesitos en alguna obra real?) los supercarteles y sería interesante que alguien investigue qué agencia publicitaria y qué imprenta están detrás del negocio de la propaganda de las obras virtuales.
Ahora se dice que harán obras de refacciones en el hospital de Rafaela, que también es "nodal" y funciona con 150 mil pesos mensuales de gastos operativos para atender a la población de cuatro departamentos de la provincia. El jueves, mientras el ministro Capiello estaba en Susana bajándole el pulgar definitivamente al Hospital Nodal de Alta Complejidad de Rafaela, que nunca pasó de ser una maqueta, el intendente de Ceres, Camilo Busquets, lo esperaba con una carpeta bajo el brazo: "Hospital de Ceres", decía. Recibe 13.500 pesos mensuales y no es un hospital: es apenas algo más que un dispensario de barrio. También a los ceresinos le vendieron la promesa de un Hospital de mediana complejidad. Si lo busca, está escrito -y dibujado, para seguir con la costumbre y el negocio- en el mismo cartel publicitario. El problema de fondo no son los terrenos, como queda claro: el tema de fondo es la plata, es cómo se asignan los recursos, cuáles son las prioridades. Está visto que la propaganda es una de esas prioridades. Los favores a los amigos y parientes parece que también están en esas prioridades.
Se cayó una mentira. Es la verdad, que no duele: lo único que no tiene es remedio.
El estilo de los carteles (en la foto, para que no quede lugar a dudas) tendía al "efecto de dar a conocer algo con el fin de atraer adeptos o compradores" (Real Academia Española dixit). La idea transmitida era que las obras, ilustradas con esos realistas diseños digitales, podían darse por realizadas: era promesa del gobierno de Binner, como no la iban a dar por realizadas los santafesinos.
En aquél momento, la propaganda oficial fue recibida con más estupor que entusiasmo por los rafaelinos. ¿Dónde estaría el nuevo Hospital, en qué terrenos, cuánto costaría, qué cantidad de camas tendría, qué grado de complejidad podría atender, en qué plazos se lo podría utilizar?
Algunos -entre ellos el autor de este espacio- advirtieron que había que tomar esta promesa con pinzas. Los antecedentes en cuanto a servicios de alta complejidad en materia de salud no son buenos en la ciudad. El más reciente resultaba ser otra promesa incumplida, la de instalar un centro de radioterapia. La había hecho en plena retirada el ex gobernador Jorge Obeid, como una graciosa concesión a los rafaelinos, cuando ya descontaba que no sería un peronista el que tendría que pagarla. Con todo el dolor que significa decirle que no a los sufrimientos de enfermos de cáncer, en este caso el no cumplimiento de la palabra empeñada por Binner respecto a darle respuesta al famoso Centro de Radioterapia tiene alguna explicación desde el punto de vista de la relación costo/beneficio y hasta por ahí, siendo amplios en el criterio, podría decirse que es una decisión políticamente antipática, pero quizás necesaria desde la eficiencia de la administración de la salud pública.
Hola, te estamos llamando
Lo del Hospital de alta complejidad, en cambio, siempre tuvo un tufo indisimulable a verso. En primer lugar, porque nunca hubo un terreno disponible para construirlo. Mejor dicho, sí lo hubo. Hermes Binner en persona llamó a dos poderosos empresarios rafaelinos para pedirle que vendieran y/o donaran locaciones muy bien cotizadas sobre la ruta 34. Fue después de la aparición de los carteles prometedores.
Uno de los empresarios es integrante de un grupo que posee una importante fracción de tierra en los ex campos de Grossi, inmediatamente al sur del predio de la ex Concesionaria Grossi. Probablemente hoy por hoy sea el sector más caro de la ciudad en valuación inmobiliaria. Allí está prevista una importante urbanización, por lo que el empresario, con buen criterio, hizo una contraoferta: no venderían esos terrenos, pero a cambio le donarían a la provincia -sí, le regalarían al Estado santafesino- los terrenos ubicados en la intersección de Bv. Lehmann y calle D'Agostino. Son los campos ubicados frente a la escuela de APADIR. Una ubicación inmejorable: muy cerca de donde vive el grueso de la población rafaelina que se atiende en el Hospital, un área en pleno crecimiento urbanístico, con rápidos accesos desde cualquier punto de la ciudad y la región, ya que está a menos de mil metros de la ruta 34. Y encima, gratis. Binner agradeció, pero no. No aceptó. El gobierno necesita, sí o sí, que esté sobre la ruta, habría dicho el gobernador, considerando que el Hospital es del Nodo, no de Rafaela. ¿Y el Hospital actual no es del Nodo, también?
El propio gobernador insistió con otro terreno. Esta vez marcó el número de un empresario industrial, que no es de apellido Basso, con una importante locación sobr la ruta 34, en inmediaciones de calle Cerdán, el acceso para el tránsito pesado en la zona Norte. Sería una ubicación más razonable que la del Sur, pero...¿se acuerdan las resistencias que hubo cuando hace diez años se propuso construir la nueva Terminal de Omnibus en esa zona? En este caso, Binner fue más realista, porque ya habían pasado unos meses y los números del déficit del 2009 estaban más claros. Directamente pasó la gorra y le pidió al empresario que donara el terreno. En última instancia, dicen las versiones, mandó a tasarlo, como ya había hecho con los terrenos de la zona Sur.
La verdad no duele y no tiene remedio
Es decir: no hay terrenos, ni siquiera en vista. Si no hay terrenos, no hay planos. Si no hay planos, no se sabe cómo será. Si no se sabe cómo será, no se sabe cuánto costará, ni cuando se hará. Nunca se supo como sería, ni cuánto costaría, ni cómo se haría. Sí hay una maqueta y un anteproyecto. Eso sí se pagó. ¿Quién hizo los dibujos, el anteproyecto y la maqueta? El equipo del arquitecto Mario Corea, como sucedió con los otros 8 Hospitales anunciados, de los cuales hay algunos virtuales, como el de Rafaela. ¿Quién es la socia de Mario Corea en ese equipo? Aleluya! Silvana Codina, la actual pareja del gobernador Binner. También se pagaron religiosamente (¿cuánto costaron, no hubiera sido bueno poner esos pesitos en alguna obra real?) los supercarteles y sería interesante que alguien investigue qué agencia publicitaria y qué imprenta están detrás del negocio de la propaganda de las obras virtuales.
Ahora se dice que harán obras de refacciones en el hospital de Rafaela, que también es "nodal" y funciona con 150 mil pesos mensuales de gastos operativos para atender a la población de cuatro departamentos de la provincia. El jueves, mientras el ministro Capiello estaba en Susana bajándole el pulgar definitivamente al Hospital Nodal de Alta Complejidad de Rafaela, que nunca pasó de ser una maqueta, el intendente de Ceres, Camilo Busquets, lo esperaba con una carpeta bajo el brazo: "Hospital de Ceres", decía. Recibe 13.500 pesos mensuales y no es un hospital: es apenas algo más que un dispensario de barrio. También a los ceresinos le vendieron la promesa de un Hospital de mediana complejidad. Si lo busca, está escrito -y dibujado, para seguir con la costumbre y el negocio- en el mismo cartel publicitario. El problema de fondo no son los terrenos, como queda claro: el tema de fondo es la plata, es cómo se asignan los recursos, cuáles son las prioridades. Está visto que la propaganda es una de esas prioridades. Los favores a los amigos y parientes parece que también están en esas prioridades.
Se cayó una mentira. Es la verdad, que no duele: lo único que no tiene es remedio.