El empresario Jorge Santi, uno de los titulares del grupo Bazar Avenida, atribuyó la crisis de su empresa a un "stress financiero" y descartó "cualquier posibilidad" de que Carsa y Electrónica Megatone, los socios de BA en la red de electrodomésticas más grande del país, puedan quedarse con la marca. Al mismo tiempo, expresó su confianza en una pronta salida de la crisis y admitió que Sergio Santi, uno de sus hermanos, está negociando con el gobierno la posibilidad de acceder a un financiamiento a través de la Anses.
Santi habló en la mañana del martes en el programa Red Urbana, que se emite por radio La Red Rafaela. Allí reconoció que la crisis se debe a un "stress financiero" que complicó el giro de la empresa durante los últimos dos meses. "Estamos tratando de superar este momento de crisis que vivimos. Hoy la situación de la empresa es de stress financiero, lo que hace muy difícil enfrentar nuestras obligaciones en tiempo y forma. En estos días hemos mantenido conversaciones con nuestro personal y hay empleados que hace más de 20 años que están en la empresa y nunca pasaron del dia 5 para cobrar sus sueldos. En los últimos dos meses esta crisis financiera profunda que se está viviendo hizo que tuviéramos que pagar los sueldos en dos cuotas, aunque siempre del mismo mes. La diferencia fundamental fue con los incrementos de sueldo, que no pudimos afrontar".
El empresario también se refirió al tema de la licencia de Megatone. "Para nada queremos opinar sobre versiones que no nos constan, aunque sí las hemos leído. Pero no hay nada que deje posibilidades de que algo así (la cancelación de la licencia para Bazar Avenida) pueda suceder".
Respecto a los fideicomisos y el impacto que provocó la convocatoria de acreedores de Bonesi, Santi consideró que "el tema Bonesi fue la gota que desbordó el vaso. No nos olvidemos que venimos de una crisis financiera internacional muy grande, que luego se trasladó a la economía real".
Santi agregó que "el caso Bonesi y la forma en que se produjo la caída afectó al mercado financiero y a la confianza general en los fideicomisos. Pero la crisis está en todos los sectores, nadie puede decir que está bien".
Más adelante, volvió a reiterar que Bazar Avenida "está sólida, patrimonialmente no tiene problemas y no los tendrá en el futuro. Sí estamos en situación de stress financiero. Tenemos una caída de ventas muy importante, cayeron a un mínimo jamás pensado. Eso obedece a una contracción muy fuerte del stock, al cual hemos tenido que recurrir para afrontar compromisos financieros. Desde hace unos días se está recomponiendo el stock, y confiamos en que las ventas volverán a ser suficientes como para mantener las fuentes de trabajo".
El empresario negó que Bazar Avenida haya recibido ayuda del Estado. Pero admitió que "se podría tratar" de conseguir financiamiento de la Anses, a la manera de la que recibió General Motors. "Sergio, uno de mis hermanos, está permanentemente en Buenos Aires tratando de encontrar soluciones. Pero la solución definitiva es la de toda nuestra vida: trabajar junto con nuestra gente y salir adelante. No hay inventos, esto es trabajar todos los días de la mañana a la noche. La empresa, patrimonialmente, no está comprometida".
Finalmente, exhortó a los empleados a tener "tranquilidad. La empresa tiene 60 años de historia, con mis hermanos hace 35 años que estamos al frente de la misma. Vamos a seguir como siempre, teniendo excelentes relaciones con los empleados y tratando de pagar los mejores salarios. En los últimos 60 días estamos con un problema financiero. Serán 30, 60 o 90 días más, pero esto va a pasar. Vamos a salir", reiteró. Criticó a los medios de prensa "porque se creó mucha incertidumbre. No hay nada de lo que se está leyendo en los diarios nacionales, la solución la tenemos dentro de la empresa".