miércoles, 26 de agosto de 2009

LA TRAICIÓN ES UNA ENFERMEDAD QUE NO SE CURA


Roxana Latorre hizo lo que hizo en el Senado, un mes y medio después de haber sido reelecta bajo banderas que ilustraban lo contrario. Las balas le entraron todas a Carlos Alberto Reutemann. El socialismo no se privó de los comentarios de rigor: "nosotros avisamos, se iban a juntar con los Kirchner, vieron que teníamos razón?".
Ahora la nota la dio María del Carmen Alarcón. Fue secretaria todo terreno en la gestión de Carlos Reutemann: como directora de Ceremonial, seguía al Lole a sol y a sombra. Si alguien, imitando a su jefe, le hubiera querido meter alguna candidatura "en el centro del culo" debería haber probado con una jabalina de 100 metros, que era lo más cerca que estaba el culo de la Negra (en el sentido metafórico de la palabra, no mezclemos los tantos) del resto de los mortales. Carla Bruni hubiera quedado a la altura de un poroto al lado de la Negra, que tenía más humos que la chimenea de Botnia.
Como toda mujer cercana a Reutemann, terminó en el Congreso. Alguien la premió a la Negra con la jefatura de la Comisión de Agricultura, donde tuvo su oportunidad cuando otro alguien con poco seso la despachó porque osó levantarle la mano en contra a Néstor. Eyectada de su cargo, Alarcón se fue con el campo. Fundó Pampa Sur junto con varios laderos del Ingeniero Macri y reclutó afectos en cuanto piquete rural existió durante el 2008. Fue a revolear el poncho a las asambleas, disertó en foros sobre producción agropecuaria como si supiera, recibió ovaciones que la envolvieron en cuanto acto ruralista puso la cara y a los gringos, demasiado crédulos ellos, hasta les parecía linda la Negra.
Se despojó de sus últimos restos de peronismo y pasó a las filas del socialismo. Nadie habló de su borocotización: pasarse al socialismo es cool (lo saben varios rafaelinos de ex ficha radical). Si la cosa hubiera sido al revés, seguramente la explicación habría sido inequívoca: "la compraron". Pero al socialismo todos se mudan por convicción. Y allá fue la Negra, a sumarse al carro del binnerismo, porque le inventaron un cargo (y van...) como "integradora de regiones". Tomá para vos, mirá como subió la Negra.
De golpe y porrazo, después de haber escupido fuego contra el kirchnerismo, la Negra Alarcón volvió. ¿Adónde? Al kirchnerismo. ¿Y los amados gringos, y Pampa Sur, y las banderas del interior federal, popular y campesino? Es que la Negra traicionó con todo, llevándose el sello de Pampa Sur a Balcarce 50. "No estamos para 7 días de paro agropecuario", fustigó, y hasta destacó los gestos de... DE CRISTINA!!!! Télam le levantó la prohibición y Clarín la incorporó a su lista de enemigos.
¿Y los socialistas santafesinos, que dicen de su funcionaria? ¿Empezamos a hablar de un pacto Kirchner-Binner? ¿Se viene el gran acuerdo K-socialismo?
Aprenda la lección: la traición es una enfermedad que no se cura. O como diría alguien que conozco: acuéstate con chicos y amanecerás meado.

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