viernes, 7 de agosto de 2009

ME DIVIERTEN LOS CAGONES

Verán en la nota sobre los mangos del viejo Hermes el comentario de un lector. Ciertamente podría haberlo suprimido, por mentiroso básicamente, pero me gusta que alguien reaccione asi. Son legión en esta ciudad los que detrás de la pátina de progresismo en realidad esconden un hedor insoportable a gorilas. En realidad, no llegan a esa categoría, porque para ser gorila se necesita cierta distinción, hay que ser finos, gozar de un roce determinado, hasta disponer de un perfil cultural definido. No cualquier grasa es gorila, ojo. Sí hay gente que ingresa en la clasificación de inframonos, cerebral e ideológicamente atascados en la escala de la evolución humana y política. Entonces descubren que todos los que critican a Binner son peronistas. Eso si, los que critican a los peronistas son independientes, tipos que se la juegan, honestos, derechos y humanos. Busquen otro argumento, muchachos, porque de peronistas está lleno y de gordos también.
Juancito, el anónimo que firma el comentario de abajo, es uno de esos valientes que se esconde en el anonimato. No puede articular dos palabras seguidas sin insultar y penosamente no encuentra otra explicación para los desaires del rafaelsarino que las macanas que se mandaron en su momento los peronistas locales y foráneos. Dice que se le acabó el dulce a los peronistas, pero no comenta si el dulce se acabó para todos, porque parece que los de ahora se comen el dulce, el queso, los fiambres y el menú completo, a juzgar por los números.
A mí sinceramente me preocupan los tipos que se dejan estafar y sólo se espantan cuando los chorros cantan la marchita. Lo de gordito lo acepto como una demostración de cariño. Como asados, amo las milanesas, las papas fritas, las grasas trans, todo... Ahora explicame: esta gente a la que me refiero como administradores de la provincia, vaciaron la heladera, la mesa principal, el superávit y quedaron debiendo 500 palos. ¿Sí o no? ¿Binner cobra o no 22 lucas mensuales; contrató o no a su mujer para diseñar el Centro Cívico de Rafaela (olvidate de la licitación, contratación directa); pagó o no un palito doscientos mil dólares por el proyecto del Puerto de la Música, también contratado directamente y eximiendo de impuestos al arquitecto autor de la idea, justo ahora que viene por el nuevo impuestazo?
Sobre la honestidad en mi profesión mejor ni contesto. Tengo los laburos detallados al costado en mi perfil sólo para que sepan que trabajo 12 horas por día para vivir en un loft alquilado y moverme en una motito modelo 2005. Tengo un celular de 4 años de antigüedad, no uso ropa de marca y trabajo bastante, mal o bien, pero con honestidad, para juntar la platita de la que hablás. Y efectivamente hace 20 años que me hago el periodista: para disimular, escribí algunas páginas en el Castellanos durante 15 años y desde hace 6 trabajo en el Grupo Clarín.
Siempre sostuve que el que calla, otorga. Yo no me callo ni otorgo, menos cuando algún salame se pone a jugar con la honra ajena sólo porque no comparte una opinión. Y después se llenan la boca de gansadas sobre la libertad de prensa, el autoritarismo de este o aquél.
Avisame donde me pagan, Juan, porque hay algún corrupto que está cobrando por mí. ¿No serás vos, no? O alguno de los ñoquis que pululan por la administración, nuevos funcionarios de notebooks y blackberrys llevar. Hasta tengo fotos de cada uno de los "asesores" y "asesoras" que rodean a los funcionarios, porque alguna vez va a ser muy interesante hacer un collagge con todos estos fulanos que se comen el presupuesto provincial.
Chau, gente. Nos vemos en cualquier momento.

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