Mucha gente concurrió a la Expo Rural este domingo, pero el viento fue insoportable y conspiró contra una mayor concurrencia. La muestra exhibió sus atractivos de siempre, y también sus deficiencias repetidas. Aunque es cierto que hubo novedades interesantes: la carpa de ATILRA fue uno de los atractivos, y los stands de autos estuvieron muy bien provistos; no es menos real que faltaron algunos atractivos en la programación del domingo para que las tribunas estuvieran mejor pobladas.
La presencia del gobernador Binner contribuyó a darle una trascendencia institucional que el esfuerzo de la gente de la Rural y de todos los que colaboraron con la muestra merecía. No fue sorpresa, en cambio, la ausencia de autoridades nacionales, repetida en los últimos años.
Por encima de los errores, que siempre pueden encontrarse, siempre es destacable que haya gente que le ponga el pecho a los problemas para enfrentarlos con realizaciones. Este año la Rural de Rafaela fue una de las pocas instituciones que llevó a cabo una muestra y esto es de por sí sobresaliente.
También fue muy bueno el nivel que se vio en la pista de hacienda, donde la Fiesta Nacional del Holando tuvo el brillo merecido, con la jerarquización que le dio el jurado internacional Ivon Chabot, de Canadá.
El sábado, el día reservado para el principal espectáculo de la programación, este año con la presencia de Jorge Rojas, no tuvo la concurrencia esperada. El precio de 30 pesos que tuvo la entrada fue prohibitivo para muchas familias y será un dato a tener en cuenta para el futuro, más allá de que lo de Rojas valió la pena.
La programación terminará el lunes y habrá cosas positivas y negativas en el balance, como siempre, y saber leer el resultado será parte del aprendizaje permanente. Este año se despidió como presidente de la entidad Juan Imvinkelried, que en diciembre dejará su puesto en manos de otro dirigente. ¿Será Alcides Zurvera, el actual vice?
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