DÓNDE HAY UN MANGO, VIEJO HERMES: GUÍA PARA ENTENDER EL CODIGO CIVIL

Hermes se supera. Hay que rendirse a la evidencia: este tipo es un capo. Recibió la provincia con un interesante superávit y en un año se gastó la guita, en otro medio año consiguió un déficit de 500 millones de pesos y la prensa lo considera....¡presidenciable! ¡Genial! Lo de este miércoles en Rafaela brilló con la perfección argumental, el sueño de todo político. Porque una cosa es dar excusas y otra dejar con la boca abierta a los ácidos periodistas rafaelinos, picantes como condimento mexicano, más ásperos que rollo de papel de lija, todos dispuestos a saltarle a la yugular al hombre de la mirada de hielo y la cara de..., de... bueno, el INTI todavía no descubrió bien la consistencia de esa parte de la anatomía de nuestro héroe rafaelsarino.

Vayamos a lo nuestro. Hay una ley, no sé que número, no me pregunten, vengo de un día largo y cansador. La ley habla de una expropiación de lotes para lagunas de retardo destinadas a contener inundaciones. Usted bien sabe que Rafaela se inunda cada tanto, mirá si justo vamos a tener la mala suerte de inundarnos cuando hay un gobierno socialista y progresista en el poder provincial. El único inundador que hay en estas pampas es el Lole, en Rafaela no hay Sindrome de Estocolmo. O sí, bueh. Volvamos a lo nuestro, no desviemos el foco. Para qué queremos lagunas de retardo si nos estamos quejando de la sequía. Bueno, lo cierto es que los concejales de todos los bloques (ya va a llegar Ruíz Díaz, ya va a llegar...), aprobaron el pedido de expropiación, lo mismo hicieron los legisladores provinciales y finalmente ...Hermes, sí señor, que firmó la promulgación de la bendita ley en diciembre de 2007.

Billetera mata galán

La ley se sancionó, pero la expropiación no se hizo efectiva. Faltó efectivo. A ver: primero dijeron que no había proyecto técnico (Monsieur Antonio Ciancio, Casa de Gobierno, ante vecinos de Rafaela), después que faltaba un estudio de impacto ambiental (Monsieur Ciancio y Míster Hugo Orsolini, ante concejales y funcionarios locales, Ministerio de Obras Públicas) y cuando el arsenal de excusas se agotaba, penal para el equipo del gobierno: apareció el Código Civil.

En medio de un brote mesiánico de sinceridad, Hermes (¿no estará haciendo ese tratamiento de Moria Casán, no?, digo, por la cara "ortomolecular" que tuvo durante toda el acto, aunque en eso la carita le hizo juego con la de Omarcito, y si no miren la foto) reconoció que no hay plata. Y cuando me tocó preguntarle cómo era esto de no respetar una ley, se le encendió la mirada. "Hay ley, pero no hay plata". Pibe, ¿qué parte del "no hay plata" no entendiste?

Pero hay un Hermes recargado. Y aquí va la del Código Civil. Dijo el presidenciable: "Hay varias lagunas de retardo proyectadas en la provincia. Nosotros estuvimos analizando el artículo 3093 del Código Civil, que habla de la ocupación del suelo por parte de aguas foráneas y cómo ese escurrimiento se puede hacer a través de una presa retardataria. Pero hay una forma de compensación hacia el dueño de esas tierras cada vez que son ocupadas esas tierras por esta agua foráneas. Está muy claro y es una salida muy interesante para abordar una solución del problema, de modo que el dueño del terreno siga utilizando el suelo, pero cuando es ocupado por agua sea indemnizado por la provincia en la producción que ha perdido". Y redondeó con una frase de antología, juro que cuando conozca bien como se maneja este blog cuelgo el audio: "el fiscal encontró la solución justa, está clarito". Le faltó largar una carcajada.

Desesperado, me fui a googlear. Código Civil, artículo 3093. Según el gobernador está clarito y dice esto, a ver: “La servidumbre pasiva de recibir aguas de otro predio, se reputa (sic, no es ninguna ironía) servidumbre real, si no hubiese convención en contrario. Ella es siempre continua y aparente, si hubiese alguna señal exterior permanente de la salida de las aguas por el inmueble sirviente”. Si está clarito, que lo parió...

Si alguien tiene una guía para interpretarlo, que me la mande. Juro que lo leí varias veces e incluso me leí los 18 artículos subsiguientes, pero no lo entiendo. Eso sí, la parte de que no hay plata ya la entendí.